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Tribunal de Dolores

Otro de los rugbiers pidió declarar: “Cuando me doy cuenta que Fernando está en el piso, esa patada la frenamos”

Otro de los rugbiers pidió declarar: “Cuando me doy cuenta que Fernando está en el piso, esa patada la frenamos”

La frase corresponde a Ciro Pertossi, uno de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa.

martes 17 de ene. / 13:44 Hs.

Mañana miércoles se espera la última ronda de testigos del proceso.

En la jornada de hoy declararon los padres de tres acusados por el asesinato ocurrido en Villa Gesel el 18 de enero 2020. Además dio testimonio el perito informático de los rugbiers y Ciro Pertossi pidió declarar por primera vez.

Los padres

María Alejandra Guillén: madre de Enzo Comelli, relató “Enzo hacía deportes, tenía que rendir materias del secundario y trabajaba en un boliche en la parte de la caja. Con eso se pagó las vacaciones porque ese año me había quedado sin trabajo. Fue con sus amigos, a la mayoría los conozco. El año anterior había ido también”.

“Estamos devastados desde ese momento. Nos cambió la vida a todos. Es una agonía constante. No podés salir a la calle. Mi marido casi pierde el trabajo. Es tremendo. Las familias, las enfermedades, las llamadas. Está la gente que realmente nos conoce, pero bueno, está la otra que no nos conoce y que se guía por lo que ven y escuchan y bueno, así estamos”, siguió.

Eduardo Benicelli:  recordó “Tenemos un taller de pintura en el cual Matías terminó de estudiar en la secundaria y se quedó a trabajar con nosotros: era el pintor del taller. Jugaba al fútbol”.

“Nunca me imaginé que iba a pasar algo así con mi hijo. Afectó en todo. Estamos acosados. No podemos. Le han querido pegar a mi hija y a mi señora en la calle. Escucho cómo la insultan mediáticamente a mi señora. Escucho que cuando lo lastimen a mi hijo en el penal no lo van a defender. A mi trabajo la gente dejó de ir. No tengo una palabra justa para definir. Sigue siendo mucho el dolor. Y el dolor no se cura con más dolor. No hay un día que no me levante con insultos. Fue terrible lo que pasó”.

Mauro Pertossi: padre de Ciro y Luciano. “Ciro Pertossi y Luciano Pertossi son mis hijos. Blas Cinalli es mi ahijado. Lucas Pertossi es mi sobrino.

“Después de 25 años de trabajo, me han pedido que me desligara. Había empezado de chico en una automotriz internacional, Toyota Argentina, ahí crecí, me han capacitado, uno lo que hace es trabajar, trabajar, trabajar, para un mejor pasar. Ahora no consigo trabajo, el sostén de la familia es mi esposa. Tengo un emprendimiento. He recibido amenazas, están hechas las denuncias pero no importa: mientras sean por teléfono no pasa nada”, dijo.

“Todo esto es una desgracia. Uno cree que las cosas están encaminadas en la vida, llega esto y no sé qué pensar. No puedo creer que estemos viviendo este momento... Mis hijos no son asesinos son chicos, son adolescentes, son vagos como decimos en el barrio”, finalizó.


Declaración de Ciro Pertossi

De manera sorpresiva, declaró Ciro Pertossi en la audiencia, tras el anuncio de su defensor, Hugo Tomei. Se proyecta en la sala un video que muestra la golpiza, el más conocido del caso, que muestra a Máximo Thomsen de frente y sin camisa.

“Ponga pausa”, pide Ciro y señala con un puntero a la pantalla: “Este chico soy yo y esa patada no la hago. Cuando me doy cuenta de que el chico estaba en el piso la frenamos”.

“¿Por qué frenó la patada?”, preguntó el fiscal Gustavo García: “No voy a contestar, ya respondí eso”, replica.

Se le proyecta otro video, el que grabó su primo Lucas. Se negó a responder si su primo lo había filmado.

Interviene la jueza Castro y dice, al igual que ayer, que “no tiene sentido seguir con esta modalidad”

“Lo que quería decir ya lo dije, no voy a decir nada más”, dijo Ciro Pertossi y regresó a su silla.

Luego declaró el perito informático de los acusados: Romeo Rodríguez

Rodríguez Romeo es un perito e ingeniero informático. Fue convocado por la defensa para hacer un análisis de la evidencia digital en el expediente. 
El perito puso en duda la cadena de custodia de los teléfonos secuestrados a los rugbiers. “No se siguió ninguno de los protocolos, entonces no se puede informar si la prueba relevada fue íntegra. Se pasó de un sobre (donde se guardaron los aparatos de los imputados) a nueve sobres y hubo falta de precisión en la metodología utilizada. El secuestro de los teléfonos celulares está en la foja 38 del expediente. Identificamos que en el acta no está el número de serie, no se identifica el número de abonado y no se explica el método con el cual fue resguardado cada teléfono. Tampoco se indica el estado de los teléfono y no se informa si están bloqueados, si tienen pin o claves. Solo se dice que se secuestran los aparatos y los modelos”.

En su análisis, el perito sostuvo: “No pude comprobar la integridad de los archivos incorporados a la causa. Hay mensajes eliminados después del secuestro de los teléfonos. Las fecha de creación y modificación difieren: no se tomaron precauciones de bloqueo. Todos los teléfonos tienen acceso posterior al allanamiento. Acá, por ejemplo, se visualizan mensajes de WhatsApp posteriores a los allanamientos. Incluso uno tiene acceso marcado el día 21 de enero de 2020″.

La fiscalía rebatió el punto de los sobres y contradijo su versión. Gustavo García le pidió al testigo que hiciera lectura del acta de fojas 1385/86. Luego le preguntó por los videos: “¿Usted dijo que las filmaciones pueden ser modificadas?”

Rodríguez Romeo respondió “Mi tarea fue analizar archivos. Yo solo veo ceros y unos”.

“Entonces ¿usted no corroboró si lo que se visualizaba en la filmación se correspondía con el restos de la prueba?”, siguió el fiscal.

“No miré los videos. La única forma que tengo de darle integridad a un archivo digital es verificando su hash”, la serie de números y letras generados por un dispositivos a solicitud de una pieza de software, que contiene información acerca del dispositivo y su usuario. “No soy perito de video”, completó.

Declara Agustín Costa Shaw, perito y psicólogo clínico que intervino en la investigación penal suplementaria, y que fue ofrecido en marzo de 2022 por la defensa, a cargo de Hugo Tomei, como perito de parte en una pericia psicológica y psiquiátrica a la que finalmente los imputados no aceptaron someterse por falta de “confianza” en el proceso judicial.

“Los imputados fueron recibidos por dos psicólogas y un psicólogo. Se mostraron tensos y nerviosos. Estaban con la disyuntiva de querer hablar y no poder hablar. Muchos tenían temblores y nervios. Básicamente, Enzo Comelli sacudía la rodilla. Hubo una situación especial donde Thomsen llega, se quiebra y no puede parar de llorar, hubo que contenerlos, estuvo llorando unos minutos. Se le ofreció agua y jugo. Él primero dice que no quiere realizar la pericia porque después se filtra todo. Quiere decir algo mas y no puede parar de llorar, no puede hablar de tanto llorar, se quiebra. Después de eso, le explicamos con los colegas que esto era para él, que trate de calmarse. Cuenta que estaba mal por la situación de la madre, se siente culpable por su situación de salud. Ahí termina de decidir no seguir con la pericia aludiendo que lo que dijera se iba a hacer público”, afirmó.

“Nos dio la sensación de que quería seguir adelante no por pruebas sino porque quería hablar con alguien. No paraba de contarnos cosas personales, su preocupación por la madre, tenía momentos de angustia, dijo que estaba haciendo tratamiento con alguien de afuera y que lo hacía de manera remota”.

Finalizó esta jornada de declaraciones, los alegatos están programados para los días 23 y 24 de este mes, con el veredicto anunciado para el 31 de enero.


Fuente: Infobae
 


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VILLA GESELL JUICIO A LOS RUGBIERS FERNANDO BÁEZ SOSA CIRO PERTOSSI
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